En esta entrada te explico qué es la Ley del Espejo, una técnica de coaching que es parte importante de nuestra metodología propia en Músculo Integral.

La Ley del Espejo
La Ley del Espejo es una técnica muy utilizada en coaching. Fotografía de Elizaveta Dushechkina en Pexels.
La Ley del Espejo, descrita por el psicólogo Carl Gustav Jung, es el resultado de lo que en psicología se llama proyección, término este que ya recogía Freud en sus investigaciones. Se basa en algo tan simple como atribuir a los otros algo que en realidad es nuestro. Dependiendo del caso podemos proyectar hacia los otros en positivo o bien en negativo.
Sin embargo, el término “Ley del Espejo” fue popularizado por el autor japonés Yoshinori Noguchia a través del libro con este título homónimo.
Noguchi sugiere que las personas y situaciones que nos rodean actúan como espejos, reflejando claramente nuestros pensamientos, emociones y creencias. Su fundamento, por tanto, es que los rasgos que identificamos como defectos o comportamientos censurables en otros, en realidad son un reflejo de nuestras propias sombras o aspectos pendientes de resolver.
Los principios de la Ley del Espejo se podrían resumir de la siguiente manera en estos cinco que siguen:
Primer principio:
Aquello que nos causa molestia o que deseamos cambiar en otros tiene su origen en nuestra propia persona. Es decir, las características que nos incomodan o irritan en los demás son un reflejo de aspectos internos que aún no hemos enfrentado o aceptado en nosotros mismos sin que ni siquiera, seamos conscientes de esto.
Segundo principio:
Debemos revisar esas emociones que brotan al recibir las opiniones o comentarios de los demás. Si lo que nos dicen tiene un impacto en nosotros, es porque hay un sentimiento reprimido en nuestro interior relacionado con esa misma cualidad. Al reconocer y comprender desde la humildad estas emociones ocultas, podemos comenzar un proceso de desarrollo personal.
Tercer principio:
Las opiniones negativas que otros tienen sobre nosotros no afectan nuestra identidad o nuestro valor personal, sino que son un reflejo de ellos mismos. Viéndole desde esta forma, entonces esos comentarios y críticas no son más que una proyección del otro en ti, y poco o nada tiene que ver contigo, lo cual hace que no nos afecte en absoluto, si es que de veras interiorizamos cómo funciona este sistema de proyecciones.
Cuarto principio:
El último principio se refiere a que las cualidades que admiramos en los demás también viven en nuestro interior, ya que refleja nuestro propio potencial y las virtudes que podemos cultivar en nosotros mismos. El problema aquí es que muchas veces no somos conscientes de este potencial o si lo somos, no consideramos que ese potencial es el que de veras saca de nosotros la fuerza que hay en nuestro interior, justo el propósito de la metodología MI, inducir a que los demás vean en sí que hay una fuerza en su interior que crece con cada “entreno”, a base de fortificar en cada sesión del proceso.
“Uno no se ilumina imaginándose figuras de luz, sino tomando la oscuridad consciente”
Jung, Carl Gustav.
La psicología humanista, que es una de las fuentes de, coaching que practicamos en Europa, se vincula con el concepto de la Ley del Espejo al sugerir que debemos trabajar en nuestra transformación interna para mejorar nuestra calidad de vida.
Las personas que nos rodean, ya sea nuestra familia, amigos, colegas de trabajo o desconocidos con los que interactuamos, actúan como guías que nos orientan hacia una mejor comprensión de nosotros mismos y cuando no lo hacen o la persona no ve el camino que nos marcan los demás, los coach pueden resultar de gran ayuda al inducir con sus preguntas al coachee a que lo vea en su interior. De esta manera, podemos descubrir patrones de comportamiento, emociones recurrentes y creencias que quizás no habíamos advertido anteriormente.
Si nos vemos envueltos en constantes conflictos con los demás, podría ser una señal de que guardamos en nuestro interior sentimientos de ira, rencor o problemas de comunicación. Por el contrario, si nuestras relaciones son armoniosas y repletas de apoyo, es probable que estemos proyectando cualidades como la empatía, la compasión y la bondad.
Una interesante aportación complementaria es la de los autores Ellis y Beck cuando se refieren a las “ideas irracionales” que provocan distorsiones de la realidad y, por lo tanto, son generadoras de sufrimiento innecesario. Cuando esto se produce, en coaching solemos devolverle, a través del acto del reflejo, esas distorsiones, o bien, formular preguntas que pueden ayudarte a reflexionar.
Algunas de las distorsiones que los coachees puede expresar, basado en los aportes de Aaron Beck, se recogen a través de diferentes categorías y ejemplos a continuación:
a) Abstracción selectiva: Dar más importancia a un aspecto negativo.
Ejemplo: “Lo que no me gustó de la junta de trabajo fue que mi jefe llegó tarde”.
Posible pregunta del coach: “¿Qué aspectos positivos sucedieron en esa reunión que te hayan aportado valor?” O bien “¿Qué sí te gustó?”
b) Pensamiento dicotómico: Valorar las cosas de forma extrema “buena o mala”, “todo o nada”.
Ejemplo: “Nada me sale bien”.
Posible reflejo del coach: “Dices que nada te sale bien”.
Posible pregunta del coach: “¿Hay algo que juzgues que sí te sale bien?”
c) Magnificación y minimización: Tendencia a magnificar o minimizar.
Ejemplo: “Mi presentación ante los clientes fue muy muy mala”.
Posible pregunta del coach: “¿A qué se debe que la calificas como muy mal?”
Otro ejemplo: “He tenido poco éxito en la vida” o preguntar: “¿Con qué parámetro lo mides para decir poco éxito?”
d) Personalización: Tomar las situaciones que suceden como personales.
Ejemplo: “Sé que lo dijo para que a mí me cayera la bronca”.
Posible pregunta del coach: “¿Cómo es que llegaste a la conclusión de que lo dijo para que a ti te cayera la bronca?”
e) Visión catastrófica o negativismo: Esperar lo peor.
Ejemplo: “Espero que esta vez me salga bien, porque siempre me equivoco”
Posible pregunta del coach: “¿Cómo podrías generar la confianza para que esta vez tengas el éxito que deseas?”
f) Etiquetas globales: Es tomar un rasgo de la personalidad y generalizarlo.
Ejemplo: “Mi hijo es un irresponsable”.
Posible pregunta del coach: “¿En qué es irresponsable?” Indagar además si sostiene el juicio global de irresponsable con hechos o con otros juicios.
g) La sobre generalización: Es la tendencia a creer que, si ha ocurrido algo una vez, ocurrirá otras muchas veces.
Ejemplo: “Lo más seguro es que me echen de este trabajo también”.
Posible reflejo del coach: “¿Qué te hace pensar o sentir que es lo más seguro?”
En Músculo Integral hemos hecho de esta técnica una metodología propia. Recuerda que para nosotros el coaching es para los fuertes (todos somos fuertes) y en nuestros procesos siempre desafiaremos tus límites para que saques lo mejor de ti, como cuando vas al gimnasio a entrenar. En MI nos alejamos del concepto de coaching de tazas de colorines y agendas de Mr. Wonderful. Creemos en ti y toda esa fuerza interior que tiene tu músculo integral, tanto tu mente como tu cuerpo.
Así que, aunque a veces te «desafíe» en las sesiones, no te lo tomes a mal, por favor, solo quiero hacerte pensar y que te des cuenta de que tú eres el auténtico que sigue su destino. Yo solo te acompaño en esa carrera de fondo hacia tus metas. Tú eres el responsable de tu éxito y, con constancia y sacrificio, lo lograrás sin problemas. Nunca olvides que tú eres el campeón de tu vida ¡Lo vas a lograr!
En Músculo Integral utilizamos una variedad de técnicas, estrategias y herramientas, algunas de ellas basadas en la escritura creativa, que pueden enriquecer tus sesiones de coaching. No dudes en contactarnos, si tienes cualquier tipo de duda al respecto. Cuando quieras, comenzamos a entrenar cuerpo y mente.
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